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Quienes somos


La Respetable Logia  Renacimiento es un logia de Masones Libres, Antiguos y Aceptados que realiza sus trabajos, en los Valles de La Coruña, bajo la Obediencia de la Gran Logia de España, por el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (R:.E:.A:.A:.), en estricto cumplimiento de los Principios de Regularidad Masónica y según la Regla de los 12 Puntos.

Somos, por lo tanto, miembros de la Francmasoneria universal. Definiendo a esta como una Sociedad Fraternal y Filantrópica, formada por hombres libres y de buenas costumbres, que fomenta entre sus miembros el librepensamiento y el debate intelectual, enmarcados siempre dentro del respeto a las opiniones ajenas.


Saludo de Nuestro Venerable Maestro

 Como Venerable Maestro de esta Respetable Logia Renacimiento Nº 54 , en los Valles de A Coruña, trabajando bajos los auspicios de la Gran Logia de España, es un alto honor ser anfitrión de aquellos visitantes que nos hacen merced de interesarse por nuestro espacio masónico virtual.

La Masonería, institución multisecular, ha conocido fases diversas en las que adaptó su metodología elaboradora del pensamiento a las vicisitudes de la evolución de los pueblos y las sociedades. Por ello hoy, como herramienta útil a la difusión del conocimiento, nos acogemos a la magia de la cibernética como mecanismo para compartir reflexiones, iniciativas y trabajos en un proceso, otrora inimaginable, que nos permite llevar a todos los confines de la Tierra nuestros valores tradicionales así como los principios morales que los informan... 


 La expansión de los valores más nobles del hombre y su participación en el orden universal tienen en Internet, con su tecnología propicia al intercambio del conocimiento y las ideas en tiempo real, un soporte idóneo. Conceptos como distancia, tiempo, husos horarios, censura, etc., se han alterado de forma espectacular en un ciberespacio sin fronteras. 

 Merced a ello nuestro saludo fraterno a la par que nuestras reflexiones y trazados, labrados bajos los auspicios de nuestra Augusta Orden en el seno de la Gran Logia de España, pueden en su vuelo hacerse presentes en cualquier punto del planeta. Por ello, allá donde nos visitéis, recibid a la par que nuestro agradecimiento, nuestro abrazo fraterno. 

 Como gallegos, pueblo que del Mar Ártabro hizo hábito y camino, un muy especial afecto hacia las Repúblicas hermanas del Continente Americano. Tierras enraizadas en nuestros corazones por lazos de sangre, trabajo e historia. Caso idéntico al de los hermanos de la República de Portugal que con nosotros comparten la magia de las riveras del Padre Minho o la raia seca o un idioma con mucho de común en su dulzura y belleza. 

En una sociedad presidida por el hedonismo insolidario, aquejada de una desmedida ansia de bienes materiales, donde la armonía del humanismo está en riesgo, los masones gallegos, desde A Coruña, en paralelo al resto de los masones esparcidos por la faz de la Tierra, ceñimos nuestros mandiles, símbolo del trabajo emancipador y de nuestra pureza de ánimo, para que, con perseverancia y altruismo generosos, ofrecer al genero humano nuestro esfuerzo a favor del desarrollo social positivo cimentado en los principios democráticos de tolerancia, igualdad, solidaridad, alentados por la cultura, la libertad intelectual y la perfección moral como metas determinadas. 

 Nuestro compromiso como masones gallegos y coruñeses no es sino el compromiso fraterno de la Masonería Universal. Una búsqueda permanente de la superación personal encauzando las potencialidades individuales hacia el bien común. La filosofía masónica enlaza en sus eslabones la enseñanza habida de los avatares que en los diversos hitos históricos se cernieron sobre el hombre y su escenario colectivo y que devinieron en nuevas formas de pensamiento y superación que procuraron la evolución de los pueblos hacia un nivel superior de Libertad, Igualdad y Fraternidad. 

 Ofrecemos esta página como hogar y acomodo del latido del pueblo masónico, coruñés, gallego y universal.  Desde esta Escuadra extrema del Noroeste Ibérico, cuyos brazales Cántabro y Ártabro convergen en el vector mítico del Finesterrae iluminado por la Luz iniciática del "Camino de Saint-Yago", nuestro Taller y sus obreros contribuirán en su grado y condición a la construcción de una Masonería Universal enriquecida por el conocimiento y la ritualidad, operativa en su simbolismo. 

 Desde nuestra modestia nos ofrecemos como canal permanente entre masones y profanos, Cuerpos Masónicos, Logias y Obediencias, desde la regularidad y bajo el magisterio y dependencia de la Gran Logia de España, para fortalecer el lazo místico de la Fraternidad Universal. 

Al tiempo, como obra humana perfectible, demandamos vuestra sugerencia y aportaciones. Con el mayor afecto atenderemos vuestras inquietudes y acogeremos vuestras reflexiones y trazados. 

 Informar e ilustrar, especialmente a aquellos que desde el mundo profano muestran su interés por nosotros, es también tarea primordial de esta página. 

 Todo calor y apoyo que recibamos para llevar adelante nuestra tarea será bien recibido en este trabajo comprometido lealmente al servicio de la Augusta Orden y de la Fraternidad Universal.

 Recibid nuestro saludo fraternal. 

 El Venerable Maestro




Regularidad Masónica

En la constitución de la Gran Logia de España (GLE), única Obediencia Española  reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra, vienen recogidos los principios que han de cumplirse para que una Obediencia o Gran Logia (de otro País o Estado) sea reconocida regular por las demás:


 Principios Básicos Extraídos de la Constitución de la Gran Logia de España

  1. Regularidad de origen. Toda Gran Logia deberá ser regularmente establecida por una Gran Logia reconocida o por tres o más Logias regularmente constituidas.
  2. La creencia en el Gran Arquitecto del Universo y de su voluntad revelada debe constituir una obligación esencial para todos sus miembros.
  3. Todos los iniciados deberán jurar su Obligación sobre el Volumen de la Ley Sagrada, debidamente abierto, donde esté la revelación de lo anteriormente citado, de conformidad con la conciencia particular de la persona que sea iniciada.
  4. Sólo pueden ser miembros de la Gran Logia, así como de las Logias en particular, exclusivamente varones y la Gran Logia no ha de tener relaciones masónicas de ninguna clase con cualquier tipo de Logias o cuerpos que admitan, como miembros, a personas de sexo femenino.
  5. La Gran Logia debe tener jurisdicción soberana sobre las Logias bajo su obediencia; por lo tanto, debe de ser responsable, independiente y con gobierno propio, con la sola e indiscutible autoridad sobre los tres grados de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón en toda su jurisdicción y no debe, en ningún caso, estar sujeta a compartir dicha autoridad con un Supremo Consejo o con cualquier otro poder que reclame algún control o supervisión sobre estos grados.
  6. Las Tres Grandes Luces de la Francmasonería (el Volumen de la Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás) deben estar siempre presentes cuando la Gran Logia o sus Logias subordinadas estén trabajando, siendo la principal de ellas el Volumen de la Ley Sagrada.
  7. Las discusiones sobre religión o política en las Logias deben de ser estrictamente prohibidas.
  8. Los Antiguos Principios, Usos y Costumbres, así como los Linderos de la Orden, deben ser observados estrictamente.


Regla de los 12 puntos

Esta Regla ha sido aceptada por todas las Grandes Logias Regulares del mundo y su aceptación es exigida por todas ellas, a otra Obediencia, para que le sea otorgado el reconocimiento como Obediencia Regular. (Extraído de la Constitución de la Gran Logia de España)

  1. La Francmasonería es una Fraternidad iniciática, que tiene como fundamento tradicional la creencia en Dios, el Gran Arquitecto del Universo. 
  2. La Francmasonería se basa en los “Antiguos Deberes” y en los “Landmarks” de la Fraternidad; especialmente en cuanto al absoluto respeto a las tradiciones específicas de la Orden, esenciales para la Regularidad de la Obediencia. 
  3. La Francmasonería es una Orden a la cual no pueden pertenecer más que los hombres libres y respetables, que se comprometan a poner en práctica un ideal de Paz, Amor y Fraternidad. 
  4. La Francmasonería tiene como objetivo el perfeccionamiento moral de sus miembros, así como el de la humanidad entera. 
  5. La Francmasonería impone a todos sus miembros la práctica exacta y escrupulosa de los rituales y simbolismos, como modo de acceso al Conocimiento por las vías espirituales e iniciáticas que le son propias. 
  6. La Francmasonería impone a sus todos sus miembros el respeto a las opiniones y creencias de cada uno. Prohíbe en su seno toda discusión o controversia política o religiosa. Así se constituye en centro permanente de Unión Fraternal, donde reina una comprensión tolerante y una fructífera armonía entre los hombres, los cuales, sin ella, hubieran permanecido extraños los unos de los otros. 
  7. Los Francmasones toman sus obligaciones sobre un Volumen de la Ley Sagrada, con el fin de dar al juramento o promesa prestados sobre el mismo el carácter solemne y sagrado indispensable para su perennidad. 
  8. Los Francmasones se reúnen, fuera del mundo profano, en Logias donde deben estar siempre presentes las Tres Grandes Luces de la Orden: un libro de la ley Sagrada, una Escuadra y un Compás, para trabajar según el rito, con celo y asiduidad, conforme a los principios y reglas prescritas por la Constitución, Estatutos y Reglamentos Generales de la Obediencia. 
  9. Los Francmasones no deben admitir en sus Logias más que hombres mayores de edad, de reputación perfecta, personas de honor, leales y discretos, dignos bajo todo punto de vista de ser sus hermanos y aptos para reconocer los límites del dominio del hombre y el infinito poder del Eterno. 
  10. Los Francmasones cultivan en sus Logias el amor a la Patria, el sometimiento a las Leyes y el respeto a las Autoridades constituidas, y consideran el trabajo como el Deber primordial del ser humano, honrándolo en todas sus formas. 
  11. Los Francmasones contribuyen, por el ejemplo activo de su sabio, viril y digno comportamiento, al esplendor de la Orden, dentro del respeto al secreto masónico. 
  12. Los francmasones se deben mutuamente ayuda y protección fraternales, aún en caso de peligro de su propia vida. Practican el arte de conservar, en toda circunstancia, la calma y el equilibrio indispensables para una perfecta maestría de si mismos.

Si te interesa la Masonería y quieres contactarnos visita esta página: Quiero ser masón

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